
En un punto indeterminado entre Nokaneng y Gumare, el destartalado autobús de línea se detiene unos minutos. De repente, desde los porches cercanos, una multitud de pequeños comerciantes se abalanza sobre el vehículo y, en un abrir y cerrar de ojos, se convierte en un improvisado y frenético mercado sobre ruedas. Los pasajeros, que a diario van y vienen, ya están acostumbrados. Las ciudades de hoy son mucho más grandes y más pobladas que en el pasado. A medida que han crecido, las áreas centrales han incorporado otras ciudades o localidades menores relativamente cercanas, convirtiéndose en grandes regiones metropolitanas. Actualmente, el 60 % de la población mundial vive en extensas áreas urbanas, donde la vida de las personas ya no se rige por los límites municipales administrativos, invisibles y artificiales que delimitan los municipios. Las ciudades son cada vez más interdependientes con sus periferias, y los límites tradicionales resultan cada vez menos significativos.
puede aumentar el crecimiento económico hasta un 10 %

En un mundo globalizado, la movilidad interurbana es un componente fundamental del desarrollo, y contribuye significativamente al PIB de muchas economías. El transporte interurbano facilita el comercio, el turismo, la educación y el empleo, conectando bienes, personas y oportunidades a lo largo de amplias distancias geográficas. Sin embargo, las regiones menos desarrolladas de muchos países no disponen de una conectividad adecuada. En muchas áreas rurales y suburbanas, el 30 % de la población no tiene acceso adecuado al transporte público, lo cual limita su movilidad. Cuando las ciudades no logran conectar sus áreas periféricas, la pobreza y la segregación aumentan.
no tiene acceso a carreteras transitables durante todo el año





