Los agentes patrullan las calles tratando de imponer un poco de orden entre el caos. La seguridad en las ciudades afecta a la calidad de vida de millones de personas en todo el mundo. En entornos urbanos cada vez más densos y complejos, la tranquilidad de los ciudadanos no pasa sólo por la prevención del crimen, la delincuencia, la violencia de género o el terrorismo, sino también por la protección contra los accidentes, las pandemias o los desastres naturales. A escala mundial, las inundaciones, los ciclones, las olas de calor o las tormentas siguen causando muertes en las zonas urbanas, donde las poblaciones están más concentradas y, a menudo, están menos equipadas para hacer frente a la aparición rápida de estos fenómenos. Sean de la naturaleza que sean, los problemas de seguridad suelen afectar de forma desproporcionada a las comunidades desfavorecidas y marginadas, amplificando las desigualdades sociales.
Los datos muestran que las ciudades que invierten en seguridad urbana experimentan mejoras significativas en la calidad de vida de sus residentes. Medidas como la mejora de la iluminación pública o la creación de espacios urbanos seguros y accesibles han contribuido a reducir significativamente los índices de criminalidad y mejorar la percepción de seguridad. Otras medidas como la instalación de sistemas de videovigilancia y tecnologías de análisis de datos también han demostrado ser efectivas, aunque a menudo se topan con las reticencias de los ciudadanos que ven amenazado su derecho a la privacidad.
La colaboración entre gobiernos locales, organismos internacionales, sector privado y la sociedad civil es fundamental para implementar soluciones efectivas y sostenibles que promuevan ciudades seguras para todos sus habitantes. Esto incluye políticas urbanas que integren enfoques holísticos, es decir, que traten tanto el crimen, como las causas estructurales del crimen. En un medio complejo y en constante crecimiento, mejorar la seguridad no es sólo una cuestión de crear entornos donde todo el mundo pueda vivir, trabajar y prosperar con tranquilidad. También es una cuestión de equidad, de inclusión y de justicia.
