La ciudad triste: los ruidos que nadie escucha

Sombras (Estambul, Turquía)

Miles de peatones se abren camino a codazos entre la multitud, los coches circulan temerariamente junto a la acera y en los autobuses apenas cabe una aguja; miradas tristes que huyen sin saber de qué, ni hacia dónde. La ciudad es el fruto de generaciones enteras, pero cada uno, por insignificante que parezca, añade su propio ladrillo. Es sorprendente cómo, rodeado de tantos, alguien puede llegar a sentirse solo. En la gran ciudad la soledad es cruel, despiadada y ruidosa, pero entre sirenas, claxones y gritos estridentes, ¿cómo es posible que alguien le escuche?


Albaigés O. (2024). Des del balcó de la memòria. Editorial Claret.

 El hombre se adentra en la multitud
para ahogar el clamor de su propio silencio
Rabindranath Tagore

Soledad en las escaleras de la Ópera (Sydney, Australia)

Aunque parezca una paradoja, varios estudios muestran que los sentimientos de tristeza y soledad son más intensos en las áreas urbanas que en las rurales, debido a la falta de contacto cercano con amigos y familiares o de espacios para socializar. La forma en que los ciudadanos se relacionan en entornos urbanos frenéticos y a veces hostiles hace que los vínculos comunitarios sean menos estrechos, y que el riesgo de aislamiento sea mayor. En ocasiones, la soledad es el resultado de factores económicos y sociales, como la imposibilidad de acceder a una vivienda digna o la inestabilidad en el lugar de trabajo. Otras veces, la movilidad laboral o la migración hace que muchas personas vivan lejos de sus familias y de las redes de apoyo. Por otra parte, muchas personas trabajan largas horas en trabajos estresantes que limitan el tiempo disponible para los encuentros, a pesar de estar permanentemente conectados a través de las redes sociales. 


 El 40% de los adultos en las ciudades grandes reportan sentirse solos,
 en comparación con el 25% en las áreas rurales
— Urban Institute


La tristeza o la soledad no sólo tienen un impacto emocional, sino que también tienen consecuencias para la salud física y mental. Según la Organización Mundial de la Salud, las personas que se sienten solas tienen un 50% más de probabilidades de morir prematuramente que las personas con conexiones sociales sólidas. La soledad también está vinculada a una mayor incidencia de trastornos de ansiedad y depresión. Según el Centro para el Control y la Prevención de Enfermedades de EE.UU., el 22% de los adultos en las áreas urbanas ha sido diagnosticado con algún tipo de trastorno de ansiedad, frente al 16% en las áreas rurales.




En el metro de Nueva York (EE.UU.)

Matrimonio (Verona, Italia)

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