La ciudad de los 15 minutos

Un chico con bicicleta por las calles de Paraty (Brasil)

Hace tiempo que el chico se desplaza por la ciudad en bicicleta. Es la mejor manera de llegar puntual al quiosco. En muchas ciudades del mundo, las bicicletas, los patinetes y otras nuevas formas de transporte sostenible han emergido como una alternativa necesaria al vehículo privado. Algunos urbanistas ya hablan de la Ciudad de los 15 minutos, un enfoque visionario popularizado por el urbanista Carlos Moreno que propone reorganizar las ciudades de manera que los residentes puedan satisfacer la mayoría de sus necesidades esenciales diarias dentro de un radio de 15 minutos a pie, en bicicleta o en transporte público. Según este modelo, los servicios básicos, las tiendas, las escuelas, los lugares de trabajo o los espacios verdes deben estar accesibles a poca distancia del lugar de residencia, reduciendo los desplazamientos largos. La Ciudad de los 15 minutos requiere una planificación urbana inteligente, es decir, diseñar ciudades optimizando la distribución de servicios e integrando el criterio de movilidad sostenible en el desarrollo urbano.


 Más de 50 ciudades han empezado a implementar
el concepto de la Ciudad de los 15 minutos
C40 Cities

Peatones por las calles de Nueva York (EE. UU.)

Diversas ciudades de todo el mundo están adoptando los principios de la Ciudad de los 15 minutos en sus planes urbanísticos, expandiendo la red de transporte público, creando más espacios para peatones y ciclistas, y reduciendo la necesidad de desplazamientos largos. Reorganizar el espacio urbano alrededor de las necesidades humanas y no del automóvil no solo mejora la calidad de vida y la salud de los residentes —que la gente camine y haga ejercicio reduce la incidencia de enfermedades relacionadas con el sedentarismo hasta en un 20%—, sino que también promueve la equidad social al facilitar el acceso a los servicios y las oportunidades, independientemente de la ubicación geográfica o del nivel socioeconómico. La Ciudad de los 15 minutos fomenta la interacción social y la cohesión comunitaria, y contribuye a revitalizar barrios históricos. Además, permite reducir la congestión y la huella ecológica asociada al transporte.


 La Ciudad de los 15 minutos puede lograr una reducción del 30%
de las emisiones de gases de efecto invernadero asociadas al transporte
— International Energy Agency


Sin embargo, la implementación del modelo enfrenta desafíos importantes. La resistencia al cambio de algunos colectivos y la necesidad de una planificación urbana integrada son aspectos que deben considerarse para garantizar su éxito a largo plazo. Más allá del cambio de mentalidad de los ciudadanos, la ciudad debe proporcionar las infraestructuras adecuadas para que los desplazamientos sean más seguros, rápidos y cómodos, por ejemplo, invirtiendo en carriles bici o conectando redes peatonales con el resto de redes de transporte público. Solo mediante un planteamiento integral e integrado es posible construir ciudades más habitables, eficientes y sostenibles.







Entradas que pueden interesarte