La cultura: la construcción de la identidad urbana

Un paseo por Montmartre (París, Francia)

Una pareja pasea completamente absorta por la intensidad de los estímulos visuales que proporcionan cientos de pinturas expuestas y esparcidas por los calles de Montmartre, una colina del distrito 18 de París. Más allá de la basílica de cúpula blanca del Sacré-Coeur, el barrio es conocido sobre todo por su legado artístico. Muchos artistas como Salvador Dalí, Amedeo Modigliani o Claude Monet vivieron y trabajaron aquí. También fue un lugar frecuentado por su estilo de vida bohemio a finales del siglo XIX y principios del XX. Con calles estrechas, una vida vibrante y hermosas vistas panorámicas sobre la ciudad, conserva la atmósfera inspiradora que tiempo atrás le dotó de identidad y lo hizo popular. En París, como en otras muchas ciudades, la oferta cultural es diversa y abundante, y atrae a millones de visitantes cada año.

“ La cultura es la memoria del pueblo, la conciencia colectiva,

la forma de pensar y de vivir

— Milan Kundera

Contemplando un Picasso en el Museo de Orsay (París, Francia)

El museo de Orsay fue inaugurado en 1986, tras la remodelación de la estación de ferrocarril de Orsay. El espacio alberga pintura impresionista y postimpresionista, escultura, artes decorativas, fotografía, cine y arquitectura, siendo uno de los activos culturales más importantes de la ciudad de París.

Teatros, cines, museos, galerías de arte, festivales, conciertos, exposiciones... La oferta cultural es uno de los grandes atractivos de la vida urbana, confiriendo a las ciudades un carácter abierto y cosmopolita. El consumo de cultura tiene un impacto positivo en la calidad de vida de las personas, fomentando el bienestar, el crecimiento, la reflexión y el aprendizaje, y proporcionando oportunidades para construir conexiones con otras que comparten intereses. Más allá de los beneficios personales, la cultura también tiene un papel fundamental en la construcción de la identidad urbana, fomentando la cohesión social y el sentido de pertenencia a la ciudad. Asimismo, es un motor para el desarrollo económico local. En ciudades como Barcelona, el turismo cultural representa el 12% de los ingresos turísticos totales de la ciudad.

“ Las industrias culturales y creativas representan el 7% del PIB mundial

y generan millones de puestos de trabajo en sectores como el turismo,

el cine, la música, el diseño, las artes escénicas o las artes visuales

— UNESCO

A pesar de los beneficios, la participación en actividades culturales sigue siendo un desafío en muchas ciudades. El coste de las actividades puede ser excesivo para colectivos con insuficientes recursos económicos. Las desigualdades en el acceso también están motivadas por la discriminación y exclusión de ciertos grupos de población, como las minorías étnicas o las personas con discapacidades. En zonas rurales o desfavorecidas, la programación o equipamientos disponibles son escasos. En este contexto, implementar políticas inclusivas que promuevan la accesibilidad a la cultura es fundamental para la construcción de comunidades más vibrantes y cohesionadas.