Ciudades que no dejan de aprender

La Biblioteca del Congreso de Estados Unidos (Washington, EEUU)

La Biblioteca del Congreso de Estados Unidos (Library of Congress, en inglés), ubicada en Washington DC, es la biblioteca nacional del país y archivo administrativo del Congreso. Fue fundada por el presidente John Adams el 24 de abril de 1800. Es una de las bibliotecas más grandes del mundo, con más de 138 millones de documentos. Está abierta a los investigadores académicos, aunque no se pueden sacar los libros de la sala de lectura o de los edificios donde se encuentran.

 La educación no cambia el mundo,
cambia a las personas que cambiarán el mundo
Paulo Freire

The National Air and Space Museum of the Smithsonian Institution (Washington, EEUU) 

El conocimiento fomenta la creatividad y el pensamiento crítico, y tiene un efecto multiplicador en otros sectores como la salud, la igualdad de género, el bienestar social o la reducción de la pobreza. Por eso algunas ciudades han hecho de la educación uno de sus pilares estratégicos. Se las llama las ciudades del conocimiento, y se caracterizan por albergar una gran concentración de instituciones educativas, centros de investigación y empresas tecnológicas que colaboran estrechamente con la industria y el gobierno. 

Las ciudades del conocimiento promueven una cultura de aprendizaje permanente. La formación no se detiene al terminar la educación formal, sino que se fomenta la adquisición continua de nuevas habilidades y saberes. Estas ciudades son epicentros de investigación, innovación, desarrollo y emprendimiento, atrayendo inversiones, profesionales cualificados y talento de todo el mundo. A nivel global, más del 75% de las empresas emergentes tienen su sede en ciudades del conocimiento. 

 En las ciudades del conocimiento,

más del 40% de la población adulta tiene educación universitaria

— OCDE

Gracias a esta fuerza laboral altamente formada y capacitada, las ciudades del conocimiento actúan como motores de crecimiento económico, impulsando la productividad y la competitividad, y contribuyendo a reducir las desigualdades. Además, fomentan la participación y la colaboración, lo que fortalece la inclusión, la cohesión y la consolidación del tejido social de la comunidad.

Pese a las numerosas ventajas, también enfrentan varios retos. Por un lado, deben garantizar que los beneficios del crecimiento económico y la innovación se distribuyan homogéneamente entre todos los ciudadanos. Por otro lado, deben implementar políticas inclusivas para garantizar el acceso de los ciudadanos a la educación de calidad a todos los niveles. Al fomentar un entorno de aprendizaje continuo, las ciudades del conocimiento tienen el potencial de liderar el desarrollo sostenible para las próximas generaciones.


De camino a la Universidad (Bangkok, Tailandia)
Parque de Investigación Biomédica (Barcelona, Cataluña)

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