
Central Business District (Sydney, Australia)
Al mediodía, unos pocos turistas distraídos se mezclan con multitud de ejecutivos, becarios, secretarios, administrativos, funcionarios y burócratas que durante unos minutos salen de las oficinas para almorzar. El Central Business District de Sydney es el principal centro comercial y financiero de Australia. El distrito aloja a las empresas y los bancos más grandes de la ciudad, así como las oficinas de agencias gubernamentales y las sedes de grandes compañías. Es el centro neurálgico del transporte público del área metropolitana, con más de un millón de viajeros diarios, con trenes, autobuses, tranvías y ferrys que conectan el área con todos los puntos de la región. La tasa de ocupación en el distrito es superior al 90%, contribuyendo con aproximadamente el 7% del Producto Interno Bruto del país, una prueba de su importancia económica en el ámbito nacional.
“ Más de 300.000 personas trabajan en el CBD de Sydney,
que es el mayor centro de ocupación de Australia
— NSW Government

Central Business District (Sydney, Australia)
Las grandes ciudades y sus áreas metropolitanas son el epicentro del poder económico. En la antigüedad, las grandes ciudades albergaban mercados, puertos y redes comerciales que las conectaban con las regiones lejanas. En la Europa del Renacimiento, muchas disponían de un comercio próspero y de industrias artesanales, y también tenían economías sólidas basadas en los servicios. Ciudades como Florencia, Venecia o Amsterdam eran conocidas por sus sectores bancarios, comerciales y manufactureros, y sus economías tuvieron un papel relevante en el desarrollo de Europa. En la era moderna, ciudades globales como Sydney, Nueva York, Tokio, Londres, París o Hong Kong son grandes polos financieros, y su actividad tiene un impacto trascendental a escala global.
“ Las ciudades y las áreas metropolitanas generan el 60% del PIB mundial
— Banco Mundial
El fenómeno de la urbanización ha sido históricamente una fuerza positiva para reducir la pobreza y favorecer el crecimiento económico. En general, los países han logrado resultados positivos al reunir a las personas y las empresas en las ciudades, aprovechando las economías de aglomeración para aumentar la productividad y para crear empleo. La concentración de los trabajadores en las ciudades propicia un mejor aprovechamiento de las inversiones y fomenta redes empresariales más eficientes. Estar cerca de los proveedores y clientes permite a las empresas y comercios responder mejor a la demanda cambiante, y los costes de transporte de mercancías son más competitivos. En este contexto de prosperidad, las ciudades atraen a nuevos negocios que, al mismo tiempo, incrementan su productividad, creando un círculo virtuoso que difícilmente puede detenerse.

El distrito 22@ (Barcelona)