
En la animada estación de autobuses de Salta, Mateo pasea arriba y abajo su pequeño carrito lleno de aguas y refrescos. Con una mano sostiene un par de botellas que hace pasar a través de las ventanillas de los taxis que se detienen a recoger o dejar pasajeros. De vez en cuando, algún pasajero sediento le compra una o dos botellas. Otros le miran con simpatía y le desean buena suerte. También hay, por supuesto, los que hacen como si no lo ven y pasan de largo.
El consumo de agua es una necesidad esencial para los humanos. En los países desarrollados, una persona consume unos 5 litros de agua diarios en forma de alimentos y bebidas, aunque cuando escasea, las personas se han acostumbrado a consumir menos. El acceso al agua no siempre está vinculado directamente a la disponibilidad del recurso. América Latina posee más del 30% del agua a escala mundial y, sin embargo, la mitad de sus habitantes —unos 300 millones de personas—, no tienen acceso a un agua de calidad ni a suministro periódico, especialmente en los suburbios pobres de las grandes ciudades.
pero la mitad de sus habitantes no tiene acceso a agua potable

La fuente (Barcelona)
El suministro y la calidad del agua en las ciudades son dos elementos fundamentales para el desarrollo sostenible, la salud pública y la calidad de vida de las personas. Debido al gran tamaño de la población, las ciudades consumen agua en una proporción exagerada en relación a la superficie que ocupan. Su calidad depende de factores como la disponibilidad o la eficiencia de las infraestructuras, y está regulada por estándares que establecen normativas estrictas sobre los niveles aceptables de contaminantes, garantizando que el agua que llega a los hogares sea segura para el consumo humano.
cumplen los estándares de calidad de la Unión Europea
En muchas ciudades, la rápida urbanización está ejerciendo una presión excesiva sobre las fuentes de suministro de agua dulce, y la capacidad para abastecer a la población se ve comprometida. La falta de acceso al agua potable o infraestructuras de saneamiento afecta a millones de personas en áreas urbanas de todo el mundo.
y más de 4.200 millones carecen de servicios de saneamiento adecuados
Según los informes de la ONU, se estima que la demanda mundial de agua aumentará un 30% hasta 2050. Los datos muestran la necesidad de mejorar las infraestructuras hídricas, fortalecer las regulaciones y promover prácticas de consumo responsable para garantizar un suministro de agua fiable y sostenible para todos los residentes urbanos. Algunas ciudades pioneras están adoptando tecnologías avanzadas de gestión hídrica como la reutilización de aguas residuales tratadas o la implementación de sistemas de captación de agua de lluvia. Si no se aborda este desafío de forma integral, las ciudades no serán capaces de garantizar la seguridad hídrica a largo plazo.
