En la orilla de un río, rodeada de ramas y cantos rodados, hay una muñeca abandonada que alguna vez hizo compañía a un niño. Sonríe, pero sus grandes ojos, que tiempo atrás eran espléndidos y radiantes, ahora están vacíos y melancólicos, como si hubiera estado sola durante demasiado tiempo. Botellas de plástico, bolsas vacías, neumáticos rotos, electrodomésticos, escombros y otros desechos rodean la figura, que parece perdida, resignada, fuera de lugar. Y mientras tanto, la corriente sigue su curso en silencio, pendiente abajo, ajena a los materiales que va tragando a su paso. Cada año, hasta 12 millones de toneladas de plástico alcanzan los océanos, lo que supone el 80% de la contaminación marina a escala mundial.
La Organización de Naciones Unidas calcula que cada año se generan más de 2.000 millones de toneladas de residuos sólidos en el mundo, sobre todo plásticos, y se espera que esta cifra aumente a 3.400 millones de toneladas en 2050, debido al crecimiento de la población urbana y al aumento del consumo. Por lo que respecta a los plásticos, a escala global sólo se recicla un 9%. Del resto, un 19% se incinera, un 50% va a parar a los vertederos y un 22% evade los sistemas legales de gestión de residuos y termina directamente vertido al medio sin ningún tipo de control. Este ingente volumen de desechos representa un desafío para los servicios municipales encargados de la recolección, tratamiento y disposición final.
0,74 kg de residuos sólidos cada día
Recogida de residuos (Barcelona)En 2021, Barcelona generó un total de 731.069 toneladas de residuos municipales, una media de 1,22 kg por habitante y día. De este total, 433.994 toneladas fueron a parar al contenedor de desecho, mientras que 297.075 se recogieron de forma selectiva. Estas cifras muestran una ligera disminución respecto a años anteriores. Sin embargo, la recogida selectiva sólo representa el 40% del total de residuos generados, todavía lejos de los objetivos establecidos por la Unión Europea, que fijan un mínimo del 55% para el año 2025.
Para alcanzar estos objetivos, en varios municipios del Área Metropolitana se han implementado sistemas de recogida más eficientes, como puerta a puerta o contenedores cerrados, que han demostrado mejorar los índices de reciclaje. Estos sistemas han permitido que municipios como Santa Coloma de Cervelló, Corbera de Llobregat y una decena de municipios más, superen ya el 55% de recogida selectiva. La economía circular se presenta como la alternativa para resolver los retos ambientales y sociales asociados al modelo económico actual, en el que muchos productos y materiales se consideran desechables y acaban convertidos inevitablemente en residuos.
