Un mercado improvisado de objetos usados llena buena parte del Quai de la Grave, justo al lado de la Porte de Borgoña de Burdeos. No hay paradas permanentes, sólo una colección de mantas tendidas en el suelo cubiertas de trastos. Los vendedores son mayoritariamente inmigrantes de países lejanos que ponen a la venta objetos propios o recuperados de los contenedores, a cambio de unos pocos euros que les permitan estabilizar su vida. Se venden libros, ropa, accesorios electrónicos, muebles, artesanías y otros objetos que los propietarios originales han descartado, pero que para algunos todavía aportan valor. Cada artículo cuenta una historia. Un par de patines viejos rememora la infancia perdida, un reloj de bolsillo antiguo evoca el paso del tiempo, una silla de escritorio desgastada lleva grabadas las marcas de largas jornadas de trabajo... Los compradores recorren el espacio con parsimonia y examinan cada objeto con detalle. Las transacciones son animadas, la habilidad de negociar es una parte integral de la experiencia. Pese al aparente desorden, también hay belleza en este caos.
“ Sólo el 8,6% de la materia prima global
es reciclada o reutilizada en nuevos procesos
— Organitzación de las Naciones Unidas pera el Medio Ambiente
Asfaw vende latas de alimentos reutilizadas en el mercado de Lalibella. Los desechos que genera el consumismo urbano suponen un gran impacto para el medio. En este contexto, la economía circular aborda los retos ambientales y sociales asociados al modelo económico actual, en el que muchos productos y materiales se consideran desechables y acaban convertidos inevitablemente en residuos. La estrategia promueve formas de consumo sostenibles, responsables y eficientes basadas en los principios de reducir, reutilizar y reciclar, de modo que los productos, materiales y recursos se mantengan en uso durante el mayor tiempo posible, disminuyendo la necesidad de explotar nuevos recursos naturales de forma intensiva.
La tradición de las ferias callejeras se mantiene en muchos lugares de Barcelona, como El Rastro de la Virgen. Se trata de un mercado callejero al aire libre nacido en 2012 donde se venden ropa, libros, manualidades, arte reciclado y artículos de segunda mano. El mercado, organizado por los propios vecinos de la comunidad del Raval, supone un punto de encuentro entre residentes del barrio, entidades sociales, peatones ocasionales, músicos, artistas o cualquier persona que busque alternativas al modelo de consumo actual. Se celebra el primer sábado de cada mes. Los mercados de segunda mano como El Flea de la Plaza de Blanquerna, el Lost & Found Market de la Estación de Francia o el The Two Market en la Calle de Zamora, son otros mercados callejeros similares que aportan dinamismo a la ciudad y donde siempre se pueden encontrar tesoros extraños.
La transición hacia una economía circular es una prioridad en la búsqueda de soluciones a los desafíos ambientales y económicos actuales. Según el World Business Council for Sustainable Development, la adopción de estrategias en el marco de la economía circular podría ahorrar hasta el 50% del agua utilizada en algunos sectores industriales y reducir las emisiones de gases de efecto invernadero a la mitad en el año 2050. Los expertos consideran que si esta estrategia se desarrolla a gran escala, creará millones de puestos de trabajo y aumentará el PIB mundial hasta un 7%. La transición hacia una economía circular para reducir el derroche y fomentar un crecimiento económico más sostenible es una prioridad urgente en la búsqueda de soluciones a los desafíos ambientales y económicos actuales.
Anticuarios de Aix-en-Provence (Francia) y Betlém (Palestina)
Barbacoas hechas de bidones reciclados (Etiopía)
