Iquitos: la ciudad que crece

Suburbio de Belén (Iquitos, Perú)

Iquitos, en la Amazonia peruana, es la ciudad sin acceso terrestre más poblada del mundo. Se llega por vía aérea o fluvial, navegando por el río Amazonas y por el río Itaya. El crecimiento acelerado de la población ha dado lugar a la construcción de asentamientos informales en zonas inundables o directamente sobre el agua, sin cálculo ni orden preestablecido. El barrio más importante es el de Belén, uno de los más pobres y poblados, en el que viven más de 60.000 personas que han tenido que adaptarse a la estacionalidad del río.


En las zonas inundables del barrio las viviendas se construyen en terrenos irregulares, por lo general con madera, y se distribuyen formando hileras entre canales que permiten el tráfico de pequeños botes, que son el único medio de transporte. Durante la época de crecida, las plantas bajas de las casas quedan totalmente cubiertas de agua y las familias se mudan al segundo piso. Belén no dispone de los servicios básicos de agua potable, energía y alcantarillado, y las aguas residuales se vierten directamente al río. Sin embargo, hay niños nadando y jugando en el agua. Por ello las enfermedades como el cólera son muy frecuentes.


 La ciudad es una mezcla de diseño y accidentes
Rem Koolhaas

Suburbio de Belén (Iquitos, Perú)

El 60% de la población mundial vive en grandes áreas metropolitanas. Las ciudades no paran de crecer, absorbiendo terrenos rurales y otras localidades menores adyacentes, provocando la pérdida de espacios verdes y añadiendo presión a los ecosistemas naturales. Estas grandes extensiones metropolitanas son territorios económica, social y políticamente viables, pero a costa de ser ambientalmente insostenibles.


Por un lado, aunque sólo representan alrededor del 3% de la superficie terrestre, consumen energía, recursos naturales, alimentos, materiales para la construcción o agua en una proporción exagerada en relación con la superficie que ocupan. Por otro lado, el consumo desenfrenado genera grandes cantidades de residuos, y el tráfico o la industria producen una elevada emisión de gases de efecto invernadero y otros contaminantes que tienen efectos perjudiciales para la salud de la población.


 Las áreas metropolitanas consumen el 75% de la energía mundial,

y generan el 70% de las emisiones de dióxido de carbono

— Naciones Unidas

En 1900 sólo un 13% de la población mundial vivía en núcleos urbanos; para 2050, se espera que la cifra llegue a los dos tercios, es decir, a más de 6.000 millones de personas. La urbanización sostenible —gestionar el crecimiento urbano de manera responsable— es un reto clave para el desarrollo, y requiere una planificación adecuada para proporcionar calidad de vida a los ciudadanos y, a la vez, asegurar la preservación del medio ambiente para las generaciones futuras.




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