Caos, la inevitable cotidianidad urbana

Aglomeraciones ante La Gioconda (París, Francia)

Las vastas salas del Museo del Louvre, en París, contienen innumerables obras maestras que han resistido el paso del tiempo. De todas ellas, hay una especialmente poderosa: la Gioconda. No es la mejor, ni tampoco la mayor, pero el enigmático rostro que pintó Leonardo da Vinci ejerce una atracción magnética sobre los turistas, y cada día, una multitud de visitantes de todo el mundo se agolpa ante la obra para contemplar su sonrisa frágil y su mirada misteriosa y penetrante. Las cámaras y los teléfonos móviles hacen clic sin cesar. Justo en frente del cuadro, la vigilante de la sala hace lo que puede para poner algo de orden, mientras los visitantes esperan pacientemente su turno para acercarse y observarla de cerca. La obra sigue inspirando y cautivando las multitudes, dispuestas a soportar las largas filas para ser testigos de su belleza.


 El museo del Louvre recibe a más de 8 millones de visitantes cada año,

y es el más visitado del mundo

Museo del Louvre

Congestiones (Addis Abeba, Etiopía)

No se pueden cuestionar los muchos aspectos positivos del estilo de vida urbano, así como las debilidades que, inevitablemente, dificultan la calidad de vida de los urbanitas. Las ciudades son sinónimo de actividad, de agitación, de tráfico, de gente en constante movimiento arriba y abajo, y desplazarse de una punta a otra suele requerir grandes dosis de paciencia. Las aglomeraciones, los atascos, el estrés, las inquietudes, las prisas o el caos son inseparables de la cotidianidad urbana. El coste económico de las congestiones se estima en más de 1,4 billones de dólares anuales, incluyendo la pérdida de productividad y el aumento de costes operativos para las empresas debido a los retrasos, especialmente cuando las infraestructuras no son las adecuadas.

 El déficit de inversión en infraestructuras en las ciudades en desarrollo

es de aproximadamente 1,3 billones de dólares anuales

Banco Mundial

La rápida urbanización es una de las principales causas del caos urbano. El crecimiento acelerado ejerce presión sobre las infraestructuras existentes, que a menudo no se pueden ampliar a la misma velocidad. Muchas ciudades, especialmente las ciudades de los países en desarrollo, crecen de manera desordenada, sin un plan maestro coherente, lo que supone una falta de servicios. La insuficiencia de infraestructuras, de sistemas de transporte público, de redes de saneamiento o de suministro de agua son factores que agravan este caos.


Transformar las ciudades caóticas en centros urbanos habitables y eficientes es un desafío complejo que requiere una planificación urbana integral, inversiones estratégicas o la adopción de tecnologías inteligentes, entre otras medidas. En entornos urbanos en crecimiento constante, es esencial que los gestores y planificadores trabajen conjuntamente para crear ciudades que no sólo soporten el crecimiento, sino que también sean capaces de mejorar la calidad de vida de sus residentes.


Invernadero (Barcelona, Catalunya)

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